miércoles, 11 de septiembre de 2013

ESTAMBUL : Hay mucho que ver (por la tarde)






14,30 horas: Después de comer y muy cerca del restaurante, prácticamente a la vuelta se encuentra  una de las maravillas de Estambul.  Se trata del Yerebatan Sarnici (la Cisterna Basilica) mandada construir ¡como no! por Justiniano en el siglo VI en el lugar donde se alzaba una basílica, de ahí el nombre.  Es un "palacio" subterráneo  de unos 140 m por 70 m de superficie y con unas 336 columnas de casi 9 metros de altura. Se destinaba a recoger el agua, de ahí lo de cisterna, que traía el acueducto de Valente  desde una distancia de 18 km  desde el bosque de Belgrado.



 
Acueducto del emperador Valente
 
 
La cisterna puede almacenar hasta 100000 tm de agua y tiene muros de 4.80 metros de espesor y tanto éstos como el suelo están hechos de argamasa impermeable.
 
 
 
Hay una columna que la llaman de las lágrimas y que debió pertenecer al arco de Teodosio en el foro Taurio, (Bezayit)
 
 
 
Columna de las lágrimas



 
Restos del arco de triunfo de Teodosio el Grande en Bezayit

 
Foro Taurio con la columna de Constantino (Cembelitaç)
 

 
Reconstrucción del arco de triunfo de Teodosio con las columnas de "lágrimas"
 
Pero lo que todo el mundo va a ver y se queda encantado son las cabezas de Medusa. Que sirven de basa a dos columnas. No se sabe dónde estuvieron, y si se colocaron allí como amuletos protectores.  Se dice que se colocaron de lado y boca abajo para que no hicieran daño (tonterías por que la cisterna estaba llena de agua y no tenía visitantes).
 
 
 



 
Las famosas cabezas de Medusa
 
 
 
Ahora un poco de mitología (no hace daño). Medusa es una de las tres Gorgonas que son monstruos del mundo subterráneo. Según cuenta el mito, ésta era una chica muy mona, con unos hermosos ojos azules, con un pelo largo,  sedoso y sin caspa y un cuerpazo tremendo. La chica estaba enamorada de Perseo, un chavalote cachas, semidiós, hijo de un desliz de Zeus con alguna pobre mortal. 
 
 Y aquí entra el triangulo amoroso y los celos. Atenea, la niña mimada de Zeus, tenía un carácter tremendo, (siempre lleva casco y lanza) y mira por dónde también estaba encaprichada del guapetón de Perseo. Como los celos son muy malos y Atenea tenía mano con "papá" , convirtió el pelo sedoso, tipo Pantene, de Medusa en una trenza de serpientes y sus maravillosos ojos azules, en un arma de destrucción (por petrificación) masiva. Así cuando cualquier mortal miraba a los ojos a Medusa se quedaba de piedra, en sentido literal.
 
Y por eso, como nos  dijo nuestro guía Eren que hablaba un español perfecto y también francés, en Turquía es típico ver por todas partes ojos azules para evitar el mal de ojo de las medusas y medusos que nos quieren fastidiar. Hay que colgarlos a la entrada, o encima de las puertas o en los árboles, por todas partes. Por eso siempre hay que traer, cuando se vuelve a casa,  ojos de Turquía como se traen ensaimadas de Mallorca.
 
 


 
Ojos de Medusa
 
Si se rompen no hay que pegarlos, hay que tirarlos pues ya han realizado su cometido, y hay que volver a por otro. (Es una buena excusa)
 
 
 
15:15 horas: Dejamos el mundo subterráneo y volvemos al calor y a la vida. Tomamos el tranvía T1. Vamos a visitar el mercado de las especies. Era y sigue siéndolo,  un mercado cerca del puerto donde los mercaderes que llegaban a Estambul, vendían las especies que venían de todo el mundo. Cardamomo, pimienta, clavo, canela, cilantro, etc.
 





 
Lo que llama la atención es el olor, y el bullicio, y el color. Estambul es color.  No solamente venden especias sino que es un bazar en pequeño donde se vende de todo.  ¡Ojo!  En algunas tiendas el importe mínimo que despachan son 100 gramos. Te emocionas a comprar tés y especias, y cuando vas a pagar tienes una cuenta de 60 o 70 euros. Hay packs para turistas con tés por un precio razonable pero son para una o dos tazas a lo sumo. 
 
 
 
Riadas de gente

 
El bullicio es tremendo
 
 
Oro de 22 kls
 

 
Toallas con el ojo de Medusa ¡como no!

 
Para las noches locas

 
Mil y una lámparas (y no son mágicas)

 
Bisutería y más ojos
 

 
Para el té
 

 
Esponjas naturales para el baño
 
 
 

16:00 horas:  Nos tomamos un té y como está cerca nos vamos a ver la mezquita de Rustem Pashá que ésta  si que es azul, y que está un poco escondida. Es una pequeña mezquita forrada de azulejos azules de Iznik  y que al estar fuera de la visita de los turistas está casi vacía. El frescor y el silencio  causan estragos en algunos....
 
 
 
Es el sino del turista. Calor , 4 de la tarde, madrugón, etc
 
 
Patio de la mezquita
 
 
 
Atrio






 
 Fotos del interior de la mezquita de Rusten Pashá
 

17:00 horas:  Y ahora callejeando y viendo tiendas, nos dirigimos a ver otra mezquita. Esta vez una inmensa,  que destaca en el perfil de Estambul. La mezquita de Suleiman el Magnífico.
 
 
 
Suleiman fue uno de los sultanes más poderosos de todo el imperio otomano, conquistó la península de los Balcanes, Hungría, puso sitio a la ciudad de Viena, conquistó Nápoles y Túnez  y atacó la isla de Malta a la que no pudo conquistar gracias a la enérgica defensa que hicieron los caballeros de esa orden. Conquistó Rodas y se alió con Francisco I de Francia para dar guerra a Carlos V.  No solamente fue un gran guerrero y conquistador sino un mecenas de las artes, reuniendo una corte de filósofos y también fue poeta. Murió de peste en Hungría. Está enterrado junto a su esposa Roxelana y el arquitecto Sunan  en el cementerio de la mezquita.
 
 
Cementerio de la mezquita donde están enterrados Suleimán y su esposa
 
 

 


 
Interior de la mezquita
 
 
 
 
17,30 horas: Desde aquí y como no podía ser de otra forma nos dirigimos al Gran Bazar (Kapaliçarsi)  pues cierra a las siete de la tarde.
 
Y si  el de las especias impresiona, cuando entras en el Gran Bazar alucinas. Se encuentra en el casco antiguo de la ciudad y es uno de los bazares más grandes del mundo. Ocupa una superficie de unos 45000 m2, con más de 58 calles y 4000 tiendas que se agrupan por tipo de mercaderías. Así hay "barrios" de joyerías,  de camisetas y tejidos, de lámparas, de especias, de dulces,  etc. Puedes acceder por cualquiera de las 22 puertas que tiene y es fácil desorientarse en el interior. Existe desde el siglo XV y fue reconstruido en el XIX después de haber sufrido los efectos de un terremoto.  Cada día recibe la visita de miles de personas que van a comprar y sobre todo a regatear.
 
En Estambul tienes que regatear, incluso con los taxistas. Es una locura de color y movimiento. Y aunque consigas un buen precio siempre tienes la sensación de que no es así. Pero son muy amables. Nosotros estuvimos en una joyería comprando unos pendientes de turquesa, y a los dos días volvimos a por unos anillos de plata, y tan bien fue la compra que incluso nos invitaron a té/çay.
 
Por si os interesa esta es la dirección de la tienda: TOMBAK SILVER, Mr. Sinan Mavzer. Local 155 y 156 .  El Sr. Mavzer es muy amable y pasamos un rato muy agradable en su tienda.
 
 








 
      Manos de Fátima










 
 La tienda del Sr. Mavzer

 
Entre compra y compra aquí te puedes tomar un té
 

 
El Gran Bazar, color, gente, movimiento
 
 
18:30 horas:
 
Salimos del bazar y nos dirigimos a Eminonu que es el nudo de comunicaciones en la parte vieja de Estambul.  Los estambulitas y los turistas para cruzar a la parte asiática o al otro lado de la ciudad en la parte europea, utilizan los barcos que hacen trayectos cada 15 minutos aproximadamente (consultar horarios); la Istambul Card puede ser utilizada como si fueras en tranvía o autobús.  Por apenas 1.95 LT puedes cruzar a la parte asiática. Nosotros fuimos a Kadikoy y recomiendo subir a la última cubierta, al aire libre, y disfrutar de la brisa y de las vistas de la ciudad. También se puede ir por el Bósforo a Ortakoy. El viaje dura unos 15 o 20 minutos y vas rodeado de gente que va y vuelve a sus casas. Tomarse un té y volver en el siguiente es una experiencia muy relajante.
 
 
 
Torre Gálata al fondo
 

 
El puente Gálata. La parte inferior está llena de restaurantes donde comer pescado frito

 
Torre de la doncella y al fondo el puente Bósforo. Esto es el mar de Mármara, y aquello el Bósforo.


 
Atardeciendo sobre la Mezquita Azul y Santa Sofía
 

 
Santa Sofía desde el barco
 
 
19:15 horas:  El barco nos deja en Karakoy y nos vamos a ver anochecer en lo alto de la torre Gálata.  Para ello cogemos el segundo metro más antiguo del mundo. En  la plaza que está donde termina el puente hay un edificio en cuya fachada se lee Tünnel, que es como se dice metro en turco. Es un tren cremallera que sube la cuesta pronunciada hasta el final, sin parada. Usad la Istambul Card.  Según salís, justo enfrente, veréis un callejón cerrado por una reja. Tomad nota pues luego cuando volváis os recomiendo sentaros en cualquiera de los bares que hay en el mismo para tomaros una  cerveza muy fría, o un té para los abstemios, y también comer algo.
 
 
 
 
 Luego hay que torcer a la derecha y bajar unos 200 metros  por una calle (Gallip Dede Cd, aunque no hay carteles con los nombres de las calles, al menos yo no los ví), que está llena de tiendas. Mejor preguntad.  En ésta y en las calles de alrededor, puedes comprar fruta, comer un durum, hacerte un tatuaje, comprar un disco antiguo, antigüedades, ropa, etc; es como un rastro.
 
Y torciendo a la derecha te encuentras en una plaza donde surge la Torre Gálata. Gálata era una ciudadela de la República de Génova,  donde sus ciudadanos  residieron desde 1273 hasta 1453. La torre fue construida en 1348 en la parte más elevada de la ciudadela.
 
 

 
Impresiona

 
 
Tiene 61 metros de altura y en su base los muros tienen un espesor de casi cuatro. La entrada cuesta 13 LT y se sube en ascensor, un último tramo, a pie. En su interior hay un restaurante y una cafetería. Pero lo mejor, son las vistas y el atardecer.  Arriba siempre hay un montón de gente. Merece la pena subir.
 



Santa Sofia y la Mezquita Azul

 
Mezquita de Suleimán el Magnífico y el Cuerno de Oro
 



 
Anochecer desde la Torre Gálata
 
 

20:00 horas: Volvemos  al Tünnel (metro) para cruzar el puente Gálata, lleno a esas horas de gente pescando para cruzar al otro lado, a Eminonu. Y junto al bazar de las especias, que ya está cerrado, vemos otra mezquita que luce en mitad de la noche. La Mezquita Nueva o Mezquita Yuni.
 
 

 
 
Aunque se comenzó en el siglo XVI, por orden de la mujer del sultán existente en ese momento, las obras se paralizaron cuando ésta quedó viuda. El nuevo sultán no tenia interés (y posiblemente dinero) en terminarla y cayó en ruinas después de sufrir un incendio. No fue hasta finales del XVII cuando la madre del sultán Mehmed IV como obra de piedad, restauró lo que quedaba de la misma pues su construcción ya fue polémica al construirse en el barrio judío de la ciudad.
 
El interior es muy hermoso y a esa hora en el interior, ya no había turistas por lo que el silencio era muy agradable. Estas son algunas de las imágenes del interior:
 
 






 
 
 
 
Cerca de allí se encuentra la estación del famosísimo Orient Expréss. La están restaurando y el exterior es muy decimonónico.
 
  Agatha Christie residió en un hotel del Cuerno de Oro mientras escribía su famosísima novela. El Orient Express era un tren de lujo que recorriendo todo el continente europeo unía Estambul y París.
 
Como ya era hora de cenar nos fuimos al CAFEMESE recomendando en todas las guías.  Si seguís el recorrido del tranvía T1 en dirección a Sultanahmet en Hudavendigar Cd núm 27 os encontraréis con este local acogedor y con un personal muy amable.
Comimos  lo que veis regado con cerveza bien fresquita (se nota que me gusta la cerveza ¿no?) y nos invitaron a un té.  80 LT lo que equivale más o menos a unos 31 euros.  El local tiene aire acondicionado.
 
Ensalada Capadocia
Raviolis otomanos
 
Tallarines turcos
 
 
Como estábamos molidos nos fuimos al hotel a descansar, pero para los que quieren marcha, en la avenida Istiklal que va desde la plaza Taksin hasta casi la torre Gálata, encontrarán pizzerías, McDonalds, bares de copas, discotecas y mucha, mucha marcha.
 
Por último deciros que no hay que irse de Estambul sin subir al café de Pierre Loti. Las vistas son maravillosas y el café lleva el nombre de un escritor francés Julian Viaud, que escribió con ese seudónimo poesía sobre el Cuerno de Oro y la vida en los harenes. Fue instructor de la marina turca y vivió aquí en el siglo XIX.  Para llegar al café que está en lo alto de la colina, hay que coger el funicular, Istambul Card sirve,  que está junto al cementerio de la Mezquita de Eyup, y que es una de las más antiguas de Estambul.


 
 
 
Mezquita de Eyup
 
 
Café Pierre Loti
 
 
Vista desde la terraza del café
 
 
Hay muchas otras cosas que ver en esta maravillosa ciudad, y habrá que volver, pero espero que estas indicaciones os hayan abierto las ganas de conocerla.
 
¡Hasta pronto!
 
 
 
 
Nota:   Apreciado lector: Si te ha gustado, te agradecería hicieras un comentario. Si no, también te lo agradecería para saber qué puedo mejorar. Gracias de todas formas.  Frikipiedras