viernes, 5 de julio de 2013

IGLESIAS DE MADRID: SAN ANTONIO DE LOS ALEMANES, Y DESPUÉS COMIDA SARDA (O SEA, DE CERDEÑA)



El otro día estuve comiendo con unos amigos, y al terminar estuvimos comentando que yo, el Frikipiedras, no conocía la iglesia de San Antonio de los Alemanes. Fuimos a verla pero estaba cerrada.


He pasado por delante de su puerta miles de veces pero por su aspecto nunca he entrado, pensando que se trataba de una iglesia reconstruída  en los años 40, y cuando lo he intentado estaba cerrada.



 

La fachada es austera y francamente no dice nada. Pero..... ¡el interior, es magnífico!.

 

La iglesia se dedicó a San Antonio de Padua, que no era de Padua,  sino de Lisboa y que tampoco se llamaba Antonio sino Fernando. Era noble de la familia de los Martins y vivió allá por el siglo XII. Los lisboetas  hablan de él como San Antonio de Lisboa.

 

Bueno la historia es que a comienzos del XVII Felipe III manda construir la iglesia bajo la advocación de San Antonio de los Portugueses. San Antonio era portugués y Portugal  era español. Lo hace como hospital para portugueses, pero hete aquí que Felipe IV que se había casado con su sobrina, Mariana de Austria y que ya había perdido Portugal, a instancias de ésta, le cambia el nombre a la iglesia como San Antonio de los Alemanes. ¿Por qué? Pues porque cuando viene Mariana de Neoburgo, (la reina montada a caballo de la exposición del Prado) su futura nuera, para casarse con el birria de su hijo Carlos II, vienen muchos alemanes ¡católicos! acompañando a la futura princesa.  de ahí el cambio y así hasta nuestro días.
 
No os voy a comentar la iglesia. Os recomiendo que vayáis a verla y ya me diréis.
 
 
 
Como curiosidad deciros que en la cripta están los restos de dos infantas de España:
 
 Las dos infantas cuyos restos mortales yacen en la cripta son:
 
 
Berenguela de Castilla y Aragón (1253-1300), hija de Alfonso X del Sabio y de Violante de Aragón
 
y
 
Constanza de Castilla 1308-1310, hija de Fernando IV de Castilla y de Constanza de Portugal.



Estos restos fueron depositados  en la iglesia, tras la   demolición del convento de Santo Domingo el Real.  Muchos de los cuadros que allí había fueron al museo del Prado.
 
La dirección : Calle de la Puebla 20
 
Ahora las fotos
 


 
 
No tiene forma de cruz latina sino que la nave es de planta elíptica y sus muros y bóveda en un horror vacui están cubiertos  de frescos narrando la vida y milagros del santo.
 
Cuando entré y la vi, me quedé boquiabierto. No podía imaginar que una fachada tan sobria y tan anodina podía contener este tesoro.
 
Espero que os guste tanto como a mí.
 

 
Nota:     HOY HEMOS VUELTO A VISITAR ESTA IGLESIA y a la salida decidimos ir a tomar una cerveza. Justo enfrente y a la derecha está el bar-restaurante AIÓ, que en sardo quiere decir  (creo)  ¡VAMOS! .

Ya había estado antes, en un intercambio lingüístico de english speakers, esa fue la razón de entrar en Aió y no en otro de los que hay por la zona.

Giulia, una de las camareras, nos ofreció probar la cerveza sarda, es decir, de Cerdeña.  Estuvimos hablando en italiano y nos comentó que el restaurante ofrecía gastronomía sarda.  Como ya empezábamos a estar hambrientos decidimos quedarnos a comer. 

Entonces nos atendió Lara.  Tienen menú del día por unos 15 euros y también carta en la que predomina   la pasta.  Los precios son muy asequibles y  como hablamos de la gastronomía de una isla,  el maridaje entre la pasta y los productos del mar  están presentes en su carta .

Como no habíamos probado nunca platos sardos, fue Lara  la que nos recomendó lo que comimos.  Mi mujer disfrutó del menú de la casa consistente en:

Tabla sarda (embutidos y queso de Cerdeña)
Pasta con la bottarda (delicioso, siempre pruebo el plato que pide mi mujer).  Se trata de pasta con mojama de Mugil curadas  con tomate fresco confitado en aceite de oliva y ajo.  Y de postre (un extra)  tiramisú de la abuela. Café y un limoncello.

Y yo  una insalata del chef, (queso brie, rúcula, nueces y salsa de fresa) -esto no me suena muy sardo, pero estaba exquisita- y  Malloreddus con gambas, gorzonzola y nueces.  Los malloreddus es una pasta hecha de sémola y agua que recuerdan a los gnoquis.  Me encantó. Bebimos un vino tinto fuerte con tanino, un Cannoneau, y de postre  pedí un Red Velvet, una deliciosa tarta que me recordó la que hacía tía Conrada, la tía de mi padre cuando íbamos al pueblo a pasar el verano. Un macchiato, (un cortado) y limoncello. Como era el cumpleaños de mi mujer, disfrutamos gratamente no solo de los platos sino del ambiente, (en algunos momentos nos sentimos nuevamente en Italia, en una tavola calda) sino de la amabilidad y simpatía tanto de Giulia como de Lara. (A su jefe: Súbales el sueldo, se lo curran).  ¡Ah, se me olvidaba! Deciros que los postres los hace Giulia, que como habréis podido imaginar es italiana.

Tante grazie Giulia, muchas gracias Lara.

Para que os hagáis una idea de la carta os paso el nombre de algunos otros platos:

Mozzarella de búfala ahumada con verduras al horno
Burrata con rúcula y tomates cherry semi-secos
Pecorino sardo semistagionato con miele
Pizzetta con chorizo sardo
Fregola con mariscos
Pasta alla carlofortina...........


AIÓ se encuentra en la Corredera Baja de San Pablo 25, Madrid y si visitáis la iglesia y luego entráis  en Aió habréis aprovechado el día y disfrutado tanto como nosotros.









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