jueves, 18 de julio de 2013

CINCO DIAS EN GALICIA - PRIMER DIA



¿Qué se puede ver en Galicia en cinco días?

¡Pues mucho!


Comenzamos nuestro viaje con un madrugón. Por el camino paramos a ver el lago de Sanabria, en la provincia de Zamora, de origen glaciar y con una profundidad de 53 metros en la parte más profunda.



Fue una parada para tomar un café y estirar las piernas. Nuestra primera etapa: La Guardia, la provincia de Pontevedra.

La Guardia es un pueblo muy bonito a los pies del monte de Santa Tecla.





Nos hospedamos, y lo recomiendo, en el hotel convento Monasterio de San Benito que está justo al lado del puerto. Es un hotel con encanto, tranquilo y su origen fue un convento de monjas de la orden de San Benito que fue fundado a mediados del siglo XVI. En la actualidad  tiene todas las comodidades del siglo XXI pero decorado con  antigüedades y con una magnífica biblioteca, que previo permiso se puede consultar.





 
 
Comimos en uno de los muchos bares y restaurantes que están en el puerto.
 
 
Como no podíamos dejar de hacer subimos a visitar el castro existente.  Fundado en el siglo I a.C fue habitado hasta mediados del siglo I d.C. una vez romanizada Galicia.
 


 
 

 
 
Esta a mitad de camino. Subimos a la cima del monte donde hay una ermita del siglo VII, pero lo mejor es la vista del rio Miño, abajo, sirviendo de frontera con Portugal. 




Como todavía es pronto, nos vamos a Baiona. Es una ciudad preciosa justo enfrente de las islas Cíes, o éstas enfrente de Baiona, según se mire.

El parador, a caballo entre castillo y casa señorial o pazo, se encuentra en la península de Monterreal rodeado de murallas que se pueden recorrer en un maravilloso paseo recibiendo la brisa del mar y observados por las islas Cíes que tienen una de las mejores playas de España. 




 La visita la dejamos para otra ocasión. Preferimos pasear por las callejas de esta bella ciudad y visitar  su magnífica iglesia de Santa Maria, de los siglos XVII y XVIII aunque su construcción inicial fue en el siglo XIII y tuvo la consideración de Colegiata.









Tuvimos la suerte de llegar en la semana del pincho o la tapa. 2.50 euros  tapa y copa de Albariño. Vino blanco afrutado con un toque ligeramente ácido. Y no solo recorrimos iglesias sino también los bares probando la selección de tapas. No nos dio tiempo a subir al mirador de la virgen de las Rocas, en parte por que si sufres de vértigo lo mejor es quedarse abajo.

Como teníamos que volver a La Guardia nos despedimos de Baiona  y bordeando la costa vimos atardecer sobre el Atlántico.


 Esta es la vista desde la puerta del hotel en La Guardia.

Nota:   Apreciado lector: Si te ha gustado, te agradecería hicieras un comentario. Si no, también te lo agradecería para saber qué puedo mejorar. Gracias de todas formas.  Frikipiedras 
 
 
 
 
 
 

viernes, 5 de julio de 2013

IGLESIAS DE MADRID: SAN ANTONIO DE LOS ALEMANES, Y DESPUÉS COMIDA SARDA (O SEA, DE CERDEÑA)



El otro día estuve comiendo con unos amigos, y al terminar estuvimos comentando que yo, el Frikipiedras, no conocía la iglesia de San Antonio de los Alemanes. Fuimos a verla pero estaba cerrada.


He pasado por delante de su puerta miles de veces pero por su aspecto nunca he entrado, pensando que se trataba de una iglesia reconstruída  en los años 40, y cuando lo he intentado estaba cerrada.



 

La fachada es austera y francamente no dice nada. Pero..... ¡el interior, es magnífico!.

 

La iglesia se dedicó a San Antonio de Padua, que no era de Padua,  sino de Lisboa y que tampoco se llamaba Antonio sino Fernando. Era noble de la familia de los Martins y vivió allá por el siglo XII. Los lisboetas  hablan de él como San Antonio de Lisboa.

 

Bueno la historia es que a comienzos del XVII Felipe III manda construir la iglesia bajo la advocación de San Antonio de los Portugueses. San Antonio era portugués y Portugal  era español. Lo hace como hospital para portugueses, pero hete aquí que Felipe IV que se había casado con su sobrina, Mariana de Austria y que ya había perdido Portugal, a instancias de ésta, le cambia el nombre a la iglesia como San Antonio de los Alemanes. ¿Por qué? Pues porque cuando viene Mariana de Neoburgo, (la reina montada a caballo de la exposición del Prado) su futura nuera, para casarse con el birria de su hijo Carlos II, vienen muchos alemanes ¡católicos! acompañando a la futura princesa.  de ahí el cambio y así hasta nuestro días.
 
No os voy a comentar la iglesia. Os recomiendo que vayáis a verla y ya me diréis.
 
 
 
Como curiosidad deciros que en la cripta están los restos de dos infantas de España:
 
 Las dos infantas cuyos restos mortales yacen en la cripta son:
 
 
Berenguela de Castilla y Aragón (1253-1300), hija de Alfonso X del Sabio y de Violante de Aragón
 
y
 
Constanza de Castilla 1308-1310, hija de Fernando IV de Castilla y de Constanza de Portugal.



Estos restos fueron depositados  en la iglesia, tras la   demolición del convento de Santo Domingo el Real.  Muchos de los cuadros que allí había fueron al museo del Prado.
 
La dirección : Calle de la Puebla 20
 
Ahora las fotos
 


 
 
No tiene forma de cruz latina sino que la nave es de planta elíptica y sus muros y bóveda en un horror vacui están cubiertos  de frescos narrando la vida y milagros del santo.
 
Cuando entré y la vi, me quedé boquiabierto. No podía imaginar que una fachada tan sobria y tan anodina podía contener este tesoro.
 
Espero que os guste tanto como a mí.
 

 
Nota:     HOY HEMOS VUELTO A VISITAR ESTA IGLESIA y a la salida decidimos ir a tomar una cerveza. Justo enfrente y a la derecha está el bar-restaurante AIÓ, que en sardo quiere decir  (creo)  ¡VAMOS! .

Ya había estado antes, en un intercambio lingüístico de english speakers, esa fue la razón de entrar en Aió y no en otro de los que hay por la zona.

Giulia, una de las camareras, nos ofreció probar la cerveza sarda, es decir, de Cerdeña.  Estuvimos hablando en italiano y nos comentó que el restaurante ofrecía gastronomía sarda.  Como ya empezábamos a estar hambrientos decidimos quedarnos a comer. 

Entonces nos atendió Lara.  Tienen menú del día por unos 15 euros y también carta en la que predomina   la pasta.  Los precios son muy asequibles y  como hablamos de la gastronomía de una isla,  el maridaje entre la pasta y los productos del mar  están presentes en su carta .

Como no habíamos probado nunca platos sardos, fue Lara  la que nos recomendó lo que comimos.  Mi mujer disfrutó del menú de la casa consistente en:

Tabla sarda (embutidos y queso de Cerdeña)
Pasta con la bottarda (delicioso, siempre pruebo el plato que pide mi mujer).  Se trata de pasta con mojama de Mugil curadas  con tomate fresco confitado en aceite de oliva y ajo.  Y de postre (un extra)  tiramisú de la abuela. Café y un limoncello.

Y yo  una insalata del chef, (queso brie, rúcula, nueces y salsa de fresa) -esto no me suena muy sardo, pero estaba exquisita- y  Malloreddus con gambas, gorzonzola y nueces.  Los malloreddus es una pasta hecha de sémola y agua que recuerdan a los gnoquis.  Me encantó. Bebimos un vino tinto fuerte con tanino, un Cannoneau, y de postre  pedí un Red Velvet, una deliciosa tarta que me recordó la que hacía tía Conrada, la tía de mi padre cuando íbamos al pueblo a pasar el verano. Un macchiato, (un cortado) y limoncello. Como era el cumpleaños de mi mujer, disfrutamos gratamente no solo de los platos sino del ambiente, (en algunos momentos nos sentimos nuevamente en Italia, en una tavola calda) sino de la amabilidad y simpatía tanto de Giulia como de Lara. (A su jefe: Súbales el sueldo, se lo curran).  ¡Ah, se me olvidaba! Deciros que los postres los hace Giulia, que como habréis podido imaginar es italiana.

Tante grazie Giulia, muchas gracias Lara.

Para que os hagáis una idea de la carta os paso el nombre de algunos otros platos:

Mozzarella de búfala ahumada con verduras al horno
Burrata con rúcula y tomates cherry semi-secos
Pecorino sardo semistagionato con miele
Pizzetta con chorizo sardo
Fregola con mariscos
Pasta alla carlofortina...........


AIÓ se encuentra en la Corredera Baja de San Pablo 25, Madrid y si visitáis la iglesia y luego entráis  en Aió habréis aprovechado el día y disfrutado tanto como nosotros.









lunes, 1 de julio de 2013

MÁS COSAS SOBRE ROMA ( LEER ANTES ROMA I)


Otro de los sitios que por tiempo no se visitan es la DOMUS AUREA. El complejo palaciego del megalómano de Lucio Enobarbo Nerón, que era pelirrojo de ahí lo de Enobarbo.

Quedan muy pocos restos pero aún así son impresionantes. Para visitarlos os recomiendo que llevéis algo de abrigo, al menos en verano.  Se encuentra ahora bajo las termas de Trajano y el anfiteatro de Flavio , el Colosseo, se construyó en lo que era un lago artificial  de dicho palacio. Este se llama así por que en las inmediaciones había una estatua colosal del emperador Nerón, y aunque así no fuera  es tremendo y es el mayor anfiteatro construido nunca, ni siquiera el de Djem en Túnez es tan grande.
 
Bueno a lo que voy. En el salón octogonal  hay un óculo en el techo, exactamente igual que el del Panteón, y se dice que cuando Nerón organizaba picnics para sus amigos  a través de ese óculo se arrojaban flores, gemas y carísimos regalos. También se dice que muchas salas estaban revestidas con pan de oro y gemas y de ahí lo de Casa de Oro.

 
Cuando Nerón fue suicidado  por su liberto pues él no se atrevía a suicidarse, dicen que dijo aquello de "Qué gran artista pierde el mundo".
 
El palacio fue saqueado y arramblaron con todo incluso los pomos de las puertas que eran de oro macizo. No lo digo yo sino Suetonio en su historia de los doce césares.
 
 
Al final de la avenida de los Foros Imperiales se encuentra el Foro de Trajano, con su famosísima columna rematada por la estatua de San Pedro.
 
 
 Inicialmente era Trajano el que estaba allí subido pero en el siglo XVI decidieron que mejor estuviera el primer papa. La columna es un bajo relieve  que recorre toda la superficie en espiral y muestra la victoria del emperador sobre los Dacios, los antepasados de los rumanos actuales.
 
Es uno de los mejor conservados, especialmente el Macellum, (mercado) en el que había más de 150 tiendas en seis plantas.  Fue el primer centro comercial de la historia.
 
 
 
Pero no solo había tiendas de vino, pescado, frutas y verduras, las tabernae,  sino que como  en casi  todos los foros una basilica donde se impartía justicia, gimnasio, bibliotecas, etc.  Nuestras áreas comerciales, que tienen tiendas, teatros, boleras, cines y restaurantes no son un "invento" nuevo.
 
Me imagino a los romanos llevando el carro de la compra buscando las ofertas del 2 x 1.
 
 
Después de Trajano  "reinó" Adriano  y, bueno, todos hemos leído las memorias de Adriano de Margarita Yourcenar.
 
 Para su retiro y como fue un emperador viajero, se mandó construir cerca de Roma, en Tívoli, una villa. La famosa villa Adriana que si disponéis  de un día extra, conviene que os acerquéis a  Tivoli, no solo para ver estas magníficas ruinas, que están a 15 minutos mas o  menos en coche sino también para pasear por sus calles y visitar también la famosa Villa D´Este.
 
 
 
Villa Adriana (esto es una villa, lo demás son tonterías)
 
 
 
 
 Esta es la maqueta que está a la entrada del complejo.



Había termas, bibliotecas, colección antigüedades egipcias (ahora muchas de estas antigüedades están en los Museos Vaticanos).

 El emperador quiso montarse un parque temático con reconstrucciones de algunos de los sitios en los que había vivido con su querido amigo Antinoo, ¡vamos, como Port Aventura!. y a su muerte, la de Antinoo, se vino a vivir aquí casi retirado de la vida pública.


 
El divino Adriano.


Su reinado se caracterizó por la Pax  y por sus viajes por todas las partes del imperio. A su muerte fue divinizado y sus cenizas enterradas en su mausoleo  que no es otra cosa que el Castel de Sant´Angelo.
 
La villa D´Este
 
 
Fue encargada por el cardenal Hipolito II de Este (1509-1572), hijo de Alfonso I de Este y de Lucrecia Borgia, y nieto del papa Alejandro VI.

¡Lo del celibato....... no iba mucho con esta gente!

 Es un palacio renacentista, que si bien es una maravilla, en Italia, si has visto uno te puedes hacer una idea de como son los demás, pues hay cientos.
 
Pero lo maravilloso de este lugar, como digo, no es el palacio con frescos de estilo pompeyano sino los jardines y el agua.
 
 
 

 
 
 
 
Cientos de fuentes, canales, saltos, barandillas por las que corre el agua, en medio de un vergel  lleno de esculturas cubiertas de musgo, hacen que en la canícula del verano sea un alivio transitar por sus paseos.
 
 
Se puede llegar en coche, o encargar una excursión turística, pero las veces que he ido lo he hecho en autobús y por nuestra cuenta.  El servicio lo cubre la compañía Co.Tra.L, y los autobuses parten hacia Tivoli desde la estación de Metro de Mammolo y/o Tiburtina. Mejor, preguntad. El viaje, pues el de un autobús urbano de línea, 1,5 o 2 euros. Bueno ahora con la crisis puede que hayan subido las tarifas.
 
 
 
 
Y ahora de vuelta a Roma.
 
 
 
 
Apenas cruzas esa calle ya estás en otro país. La Ciudad del Vaticano es un Estado dentro de otro. Es la ciudad de los Papas. Ahora nunca mejor dicho pues tenemos dos. El oficial y el emérito.
 
Lo que más impresiona según entras es la  columnata de Bernini. Un bosque de columnas de 15 metros de altura cada una de ellas, en fila de a cuatro.
 
Lo curioso es que hay dos puntos en el centro de la plaza que cuando te sitúas en ellos solo ves una columna por fila.
 
 
 
 
 
 
Cada una de ellas está coronada por una estatua de un santo, que por cosas de la perspectiva y de efecto visual son cabezones. Si subes a la terraza de la basílica, y lo recomiendo, veréis que las cabezas son desproporcionadas con el resto del cuerpo, pero esto es así para compensar el efecto visual ya que son contempladas desde abajo.
 
 
 Una vez dentro del templo (si vas con pantalones cortos o camiseta luciendo el tipo, no te dejarán pasar y te obligarán a disfrazarte), lo primero que impresiona es la pila de agua bendita, luego la inmensidad de la nave central y luego a la derecha, la belleza de la Pietà.  En el centro del crucero bajo la inmensa bóveda, se encuentra la tumba de San Pedro y encima de ésta el altar mayor con el baldaquino de Bernini.  Cuatro columnas salomónicas (se llaman así porque están retorcidas y se pusieron de moda en el Barroco) hechas del bronce extraído de las grapas de los antiguos monumentos romanos, léase Panteón  y Coliseo.  De ahí que los romanos digan que lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barberini.
 
Hay una anécdota que nos contó un  anciano romano con el que pegamos hebra y que nos obligó a volver a San Pedro, para comprobarlo.
 
Este es el escudo papal de Urbano VIII, en el mundo Maffei Barberini:
 
 
 
Tres abejas sobre lo que parece un torso humano. Una cabeza de ángel lo custodia bajo la tiara papal y las llaves del reino.  ¡Bien!.
 
Lo que nos contó el buen hombre es lo siguiente:
 
Bernini tenía una sobrina. Hermosa y apetecible, supongo, y un montón de contratos papales pues por esa época estaba contruyéndolo casi todo. Hasta ahí todo normal.
 
Pero....... Urbano, además de Papa era hombre y dejó preñada a la sobrina del artista.  ¡Qué honor!  Y para conmemorarlo esculpió el escudo papal en las cuatro caras de las cuatro basas del baldaquino.
 
Si nos ponemos frente a él y giramos en el sentido contrario a las agujas del reloj, veremos como poco a poco las abejas van engordando, el torso hinchándose y la cara del ángel contrayéndose hasta que en el penúltimo escudo el ángel está gritando con los dolores del parto, las abejas y el vientre a punto de explotar, y en el último escudo todo vuelve a la normalidad y el ángel tiene una tierna sonrisa.
 
 
Otra historia es la de la Papisa Juana.  En una de las naves laterales, se encuentra la sepultura de ésta, según dicen las malas lenguas. No es factible que así sea, pues la supuesta papisa vivió en el siglo IX y la basílica se contruyó unos cuantos siglos después y costó un Cisma.
 
 
 
Pero la historia es muy curiosa. Juana hija de un monje, mujer erudita se hizo pasar por monje y por cercanía al papa del momento llegó a ser su secretario. A la muerte del papa, la/le eligieron a ella/él como Papa.  Fue un buen papa hasta que a la altura de la iglesia San Clemente, en plena procesión  se puso de parto y los romanos la lapidaron hasta matarla. Desde entonces, dicen las malas lenguas, el papa electo se sienta en una silla que tiene un agujero y los cardenales le tientan para ver si tiene lo que tiene que tener y deben exclamar "¡DUOS HABET ET BENE PENDENTES!"   O lo que es lo mismo: "Tiene dos y le cuelgan".
 
Recomiendo subir a la linterna en lo alto de la cúpula, por las vistas de Roma, pero si tienes vértigo, lo mejor es que no lo hagas, pues para iniciar el último tramo, tienes que andar  por la cornisa (es ancha y tiene protección) pero que te permite ver el inmenso baldaquino como si fuera de juguete.
 
Una cosa más en la capilla Sixtina no dejéis de disfrutar viendo los frescos ni de vigilar la cartera pues los cacos están dentro.
 
 

 
Nota:   Apreciado lector: Si te ha gustado, te agradecería hicieras un comentario. Si no, también te lo agradecería para saber qué puedo mejorar. Gracias de todas formas.  Frikipiedras