martes, 19 de noviembre de 2013

LA OTRA VENECIA: LA QUE NO VEN LOS TURISTAS



No hicimos noche en Venecia, sino en Verona, ciudad maravillosa y a pocos kms. de la ciudad de los canales, (ya hablaré de ella). Nos desplazamos en tren ligero (17 euros ida y vuelta, ahora con la crisis será un poquito más, pero merece la pena. En 45 minutos estás allí).



Impresiona llegar en tren viendo agua a tu alrededor, es como caminar sobre la laguna.

 
Lo primero que ve el viajero que llega por tren a Venecia es esto:
 
 
Lo mejor es subir a un vaporetto que es como el autobús y dirigirse como todos los guiris hacia la plaza de San Marcos.
 

 
Una vez en el vaporetto disfrutar de todos los palazzi del Gran Canal.
 







Sube la marea





Una vez en la plaza de San Marcos, no hay que dejar de ver el palacio de los Dux ni la iglesia de San Marcos.
 


Interior del palacio ducal.

 
 Esto es lo último que veían los condenados a mazmorras cuando cruzaban el puente de los Suspiros, de ahí el nombre. (Me refiero al otro puente y no a las vallas publicitarias).
 
 
 Interior del puente de los Suspiros
 
 
Mazmorra de la que se escapó Giacomo Casanova

 
La escalera de los Gigantes
 
Salimos y nos dirigimos al interior de la iglesia que está al lado del palacio.
 


 
El  campanile reconstruído en el siglo XIX, después de que se derrumbara.
 
Y en el interior de la iglesia de estilo bizantino (por eso recuerda Santa Sofía de Estambul) contemplamos los maravillosos mosaicos de sus bóvedas, los magníficos pavimentos, la Palla d´Oro y el sepulcro de San Marcos.
 



El interior de la iglesia, observad las pasarelas para poder caminar cuando sube la marea alta y la laguna inunda la basílica.
 



Maravillosos mosaicos en las bóvedas


La Palla d´Oro, es el retablo del altar mayor
 
 
El cuerpo de San Marcos





 
Maravillosos pavimentos

 
 Y salimos a la plaza de San Marcos para perdernos por las callejas de esta ciudad.


 
Los caballos del hipódromo de Constantinopla robados por los cruzados.

 
El león de San Marcos
 
San Marcos, uno de los cuatro evangelistas, es representado por un león. Su cuerpo se conservaba en Egipto y en una de las cruzadas  es robado y transportado en un barco. Para evitar que volviera a caer nuevamente  en manos de los mamelucos lo meten en un saco y lo almacenan con otros en los que llevaban carne salada de cerdo.  Y así llega a Venecia.
¿Leyenda o historia?
 
Nada mas salir y girando a la derecha nos encontramos con una  madrileña gaviota reidora que se refresca en una fuente. ¿Vendrá desde el Manzanares?
 
 
La gaviota castiza
 
Aunque llevábamos un plano de la ciudad, preferimos caminar por el laberinto de sus calles, cruzando puentes, viendo tiendas,  y haciendo mil fotografías.
 









Hasta aquí hicimos lo que hacen todos los turistas, pasear por San Marcos. Esta vez  decidimos caminar sin rumbo y descubrir maravillosos rincones de esa otra Venecia, la que viven y disfrutan  o sufren(todavía) muchos venecianos.  Es cierto que había menos turistas por que estábamos a  finales de Noviembre y anochecía sobre las 5 de la tarde. Hacía sol, a pesar de que los días anteriores había llovido, e incluso había habido inundaciones en la zona del Véneto. Verona, Piacenza, etc. y fue una serata meravigliosa. He aquí algunas fotos :














La casa de Tintoretto


















 
¿Casanova redivivo?
 
Entramos en una tavola calda para picar algo y tomar un vino.
 
 
Acababan de traer la pesca del día y estaban preparando las cenas.
 
 

Apenas eran la 6 de la tarde y ya era casi de noche. Volvimos hacia el Gran Canal para despedirnos de esta increíble y maravillosa ciudad.

 
 
 
 
 
 
 
 






 
 
Paramos un momento para disfrutar de la iglesia de la  Salud.

 
 




 
 
Cruzamos a San Marcos  y desde allí vimos a lo lejos  la isla e iglesia de San Giorgio.
 
 
Una última vuelta por la plaza de San Marcos, un vistazo a esas tiendas de cristal de Murano, carísimas, y......
 








 

 






 
 
..... arrivederci Venezia. Ritorneremo!!!!